Cuidar al Cuidador



 





¿Qué es ser una cuidadora?

Mi nombre es Bárbara Figueroa soy de Venezuela, llevo 16 años trabajando en este país maravilloso, que me ha abierto las puertas y los corazones de las personas con las que he tenido el privilegio de cuidar.

Ser cuidadora no solamente es realizar un trabajo por una remuneración salarial, que es importante, pero creo que si tienes la oportunidad de cuidar y proteger  a personas que se encuentran en una situación vulnerable lo debes hacer desde la empatía y el amor, el respeto y la consideración que esa persona demanda de ti, por tal motivo los cuidadores también deben cuidarse, saber que dependiendo del caso en que se encuentre la persona también debes aprender a cuidarte sobre todo a nivel psíquico emocional.

 Desde mi experiencia he  vivido episodio muy doloroso al encontrarme con paciente en total abandono emocional, o  estar cuidando una persona en estado terminal y tomar su mano porque ningún familiar ha estado para decirle “todo irá bien” y darle un último beso.

Actualmente estoy con una persona que no es totalmente dependiente, físicamente se encuentra muy bien, pero emocionalmente necesita de apoyo tras perder a su esposa después de tantos años juntos, es un panorama desolador, porque intentas entender el dolor que lleva dentro, saber que sus días ahora son más largos y sus noches aun mas vacías, mi trabajo es hacerle sentir que no está solo, hacer que tenga un motivo para vivir, ayudarlo en sus quehaceres  diario, o simplemente tomar un café y charlar sobre sus experiencias, eso también es cuidar.

Un cuidador tiene la responsabilidad de brindar apoyo físico-emocional, eso produce un degastes para el cuidador, por tal motivo el cuidador debe tener claro cuáles son las prioridades y así poder abarcar cada uno de las necesidades. Estar con personas con una diversidad funcional te lleva a ver la vida desde un punto de vista más pleno, saber que hay un colectivo vulnerable que en muchas ocasiones les son violentados sus derechos y que debes estar ahí para cuidar y proteger sus emociones. Tengo una larga experiencia  en cuidados de personas o pacientes, donde cada uno tiene una historia, un chico autista que no puede ir a un centro especializado en su discapacidad y que debe acudir a centros especializados que aunque están bien y hacen lo posible para cubrir sus necesidades no es el lugar que un adulto autista debería estar, una mujer con Fibromialgia que batalla desde hace años para conseguir una discapacidad completa, se encuentra con un muro de contención burocrático que cada día se lo pone más difícil, asistir a una abuela después de un Ictus, una mujer que siempre fue autosufiente y ahora es alejada de su casa y dejada en una residencia porque ninguno de sus hijos puede atenderla, ver como la depresión fue consumiendo su vida hasta la muerte, en este trabajo te encuentras de todo, cosas buenas, malas y muchas veces tristes pero como cuidador debe saber que es parte de tu labor y como tal debes estar preparado para enfrentarlo.

En mi opinión, como cuidadora veo este trabajo como un vehículo para dar un poco de amor, y aliviar las cargas que muchas veces a estas personas les toca llevar sola, es devolverle un poco la dignidad que la enfermedad les ha quitado. No es fácil ser profesional y a la vez humano, saber que debes dejar a un lado tus emociones por muy duro que sea el panorama y hacer tu labor de la mejor manera. El cuidador también es parte del proceso que vive a diario las personas que tiene a su cuidado, es parte de su vida, de su círculo familiar porque sin querer te vuelves familia hasta que tu labor termine para dar paso a otras experiencia.


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